jueves, 30 de julio de 2015

Para disfrutar!!!

LA PLAPLA


Felipito Tacatún estaba haciendo los deberes. Inclinado sobre el cuaderno y sacando un poquito la lengua, escribía enruladas emes, orejudas eles, y elegantísimas zetas.
De pronto vio algo muy raro sobre el papel.
¿Qué es esto? – se preguntó Felipito, que era un poco miope, y se puso un par de
anteojos.
Una de las letras que había escrito se despatarraba toda y se ponía a caminar muy
oronda por el cuaderno.
Felipito no lo podía creer, y sin embargo era cierto: la letra, como una araña de tinta,
patinaba muy contenta por la página.
Felipito se puso otro par de anteojos para mirarla mejor.
Cuando la hubo mirado bien, cerró el cuaderno asustado y oyó una vocecita que decía:
-¡Ay!
Volvió a abrir el cuaderno valientemente y se puso otro par de anteojos, y ya van tres.
Pegando la nariz al papel preguntó: - ¿Quién es usted señorita?
Y la letra caminadora contestó: - Soy una Plapla.
- ¿Una Plapla? – preguntó Felipito asustadísimo – ¿qué es eso?
- ¿No acabo de decirte? Una Plapla soy yo.
- Pero la maestra nunca me dijo que existiera una letra llamada Plapla, y mucho menos que caminara por el cuaderno.
- Ahora ya lo sabes. Has escrito una Plapla.
- ¿Y qué hago con la Plapla?
- Mirarla.
- Sí, la estoy mirando, pero ¿y después?
- Después, nada.
Y la Plapla siguió patinando sobre el cuaderno mientras cantaba un vals con su voz chiquita y de tinta.
Al día siguiente, Felipito corrió a mostrarle el cuaderno a su maestra, gritando entusiasmado:
- ¡Señorita, mire la Plapla, mire la Plapla!
La maestra creyó que Felipito se había vuelto loco. Pero no.
Abrió el cuaderno, y allí estaba la Plapla bailando y patinando por la página y jugando
a la rayuela con los renglones.
Como podrán imaginarse, la Plapla causó mucho revuelo en el colegio.
Ese día nadie estudió.
Todo el mundo, por riguroso turno, desde el portero hasta los nenes de primer grado se
dedicaron a contemplar a la Plapla.
Tan grande fue el bochinche y la falta de estudio que desde ese día la Plapla no figura
en el abecedario.
Cada vez que un chico por casualidad, igual que Felipito, escribe una Plapla cantante y
patinadora, la maestra la guarda en una cajita y cuida muy bien de que nadie se entere.
Qué le vamos a hacer, así es la vida.
Las letras no han sido hechas para bailar, sino para quedarse quietas una al lado de la
otra. ¿No?


Extraído de Cuentopos de Gulubú. 
María Elena Walsh (Argentina).

lunes, 13 de julio de 2015

Presentamos otro ejemplo de libro álbum

Willy y Hugo
 

Autor e ilustrador: Anthony Browne
Traductor: Carmen Esteva
Editorial: Fondo de cultura económica, serie Willy, 1991, 25 paginas
Género: libro álbum, 23 cm x 23 cm
Presentación: tapa dura.
ISBN: 968-16-4271-6
Reseña escrita por: Viviana Andrea Gutiérrez Baquero.
Fecha: 21 de Noviembre de 2013
http://www.slideshare.net/DoraC1/cuento-willy-y-hugo



 


Willy y Hugo es una linda historia que nos enseña que a pesar de las diferencias podemos encontrar grandes amigos. Además nos muestra como cada quien puede tener habilidades y miedos, independientemente de su tamaño. La historia inicia con Willy, un pequeño chimpancé quien se sentía solo y sin amigos. Los demás, que eran unos grandes gorilas,  lo hacían a un lado y lo creían inútil. Un día mientras caminaba por el parque Willy choca con Hugo, un Gorila muy grande, ¿Pensará Hugo igual que los demás? ¿Será Willy un inútil para Hugo? ¿Cambiará este personaje la historia de Willy?


   Willy y Hugo es una historia para todo tipo de público que puede dejar muchas 
   enseñanzas acerca de las cualidades y habilidades que cada uno pude tener. 
  Las expresiones de los personajes, el papel tapiz, la selección de color, sombras       sugerentes, junto con la repetición de patrones, hacen que el lector identifique los sentimientos que en las ilustraciones se muestran logrando una empatía con los protagonistas de esta historia.